El Papa Francisco tomó la decisión de consagrar a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de la Virgen María el viernes 25 de marzo.
Además, el Santo Padre invitó a los obispos de todo el mundo y a sus presbíteros a unirse a él en la oración por la paz y a esta consagración.
Asimismo, se estableció que el cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio, realizara el mismo acto, el mismo día, en Fátima como enviado del Papa.
A través de una carta, los obispos católicos del rito latino en Ucrania habían solicitado al Santo Padre que consagrara públicamente su país y Rusia al Inmaculado Corazón de María, “en estas horas de dolor inconmensurable y terrible prueba para nuestro pueblo”.
Recordemos que la Santísima Virgen, en la aparición del 13 de julio de 1917 en Fátima, había pedido la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón.
En esa oportunidad afirmó que si no se concedía esta petición, Rusia extendería “sus errores por todo el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia”.
“Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán destruidas”, añadió.